Desde 2012 la empresa Kimberly-Clark, junto con el equipo de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral (FCB), trabaja para hacer realidad su proyecto de comunidad, acercando a las familias que más lo necesitan, útiles para que los chicos puedan estudiar y concurrir al colegio más equipados.
“El objetivo de
la entrega de los kits fue premiar la asistencia de la gente a las actividades
realizadas en la posta sanitaria, el interés por el cuidado de la salud que se
manifiesta yendo a los controles médicos y su participación en la escuela de
deportes”, explicó la Dra. Claudia Emilia Lascano, directora de la Posta
Sanitaria.
Para la entrega
de los mismos se buscó priorizar a los niños entre 4 y 12 años, pertenecientes
a las familias con mayores dificultades económicas, y a los pequeños
controlados en el último tiempo.
“El proyecto de
la posta sanitaria, sustentable en el tiempo, se volvió parte de la comunidad y
lo sentimos así. Por eso, es importante contar con el aporte de empresas como
Kimberly-Clark que no sólo colabora desde el área de Responsabilidad Social
Empresaria, sino que además realiza acciones concretas en diferentes momentos
del año, gracias a la participación activa de sus empleados”, agregó Lascano.
Respecto a la
experiencia, la doctora comentó que a eventos como éste se acerca gente nueva con
renovadas inquietudes. Por otro lado, se convierte en una oportunidad de
ofrecer el servicio de control periódico de la salud.
“Es muy
importante relevar la situación individual de los que se acercan a través de
una charla amena, e ir creando un espacio de confianza. Con el tiempo me fui
dando cuenta que esto ha hecho que a veces nuestra ayuda sea transitoria,
porque cuando se recupera el trabajo o aumenta el ingreso de la casa, la gente
se acerca y nos dice que es tiempo de ayudar a otro”, detalló la Dra. Lascano,
que calificó a la iniciativa como “la oportunidad de abordar a las familias de
forma integral”.
Al equipo de la
posta le toca gestionar el camino de la ayuda, que transita con mucha
responsabilidad. “Lo que más alegría nos da es poder acompañar a las familias
en las dificultades (con útiles, pañales, insumos de higiene, medicamentos
gratuitos, ropa, cajas navideñas y alimentos), mostrando que hay una luz en el
horizonte y brindando una ‘pequeña gran ayuda’ cuando más se necesita.
Sin embargo, esto no sólo tiene que ver con lo material, porque muchas veces
hablamos de las relaciones familiares y de otros factores que también
condicionan la salud, obteniendo en la mayoría de los casos un ‘gracias por
escucharme’ como respuesta”, completó la Dra. Claudia Lascano.
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