Pero esta vez traía una idea muy original: mostrarles a los chicos la diferencia entre el ruido y el sonido.
Con la ayuda de Gastón, y el entusiasmo de todos los chicos, se armó una gran banda de sonidos vocales, que hizo vibrar la casita! Entre risas, los chicos aprendieron a distinguir los tonos graves de los agudos, y la fuerza que puede llegar a tener la voz humana. Felicitaciones Miguel por tan original y divertida idea! Y gracias Gasty por sumarte al equipo de voluntarios varones!!!
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