Este sábado 23 de agosto, la fisonomía de los profesionales de la salud, de los docentes, y de muchos voluntarios, se vio transformada: narices encarnadas, trajes y sombreros de payaso, y hasta pelucas multicolores crearon un mágico entorno para festejar nuevamente el día del niño.Muy temprano comenzó la actividad: los empleados de la empresa Kimbely Clark, que tiene su fábrica en el Parque Industrial de Pilar, desembarcaron de un minibús cantidades colosales de juguetes variados.

Estilizadas muñecas y apasionantes pelotas de fútbol, juegos didácticos y veloces coches de carrera, se fueron ubicando en alegre amontonamiento dentro del aula mientras un equipo los clasificaba por edades.

Un equilibrista y animador contratado por la empresa, comenzó su primer acto, desapareciendo tras el maquillaje. Y como si una mariposa pudiese volver a ser crisálida, una joven empleada de la empresa encarnó la simpática figura del “Perrito Scott”.
Un audaz profesor de deportes se enfundó en su vestimenta de Clown, y armado de un micrófono comenzó a animar una multitud inexistente. Tímidamente al principio, y como una avalancha progresiva y alegre después, comenzaron a aparecer los niños del Barrio Monterrey y Las Lilas, de la localidad de Derqui.
Nuestros voluntarios, nuestros docentes, los médicos de la Posta Sanitaria, los empleados de Kimbely Clark agasajaron a los niños en su día con tortas, chocolate, juegos y la actuación del animador, durante toda la mañana. Queremos agradecer a Kimberly Clark, porque contribuye a la "salud y alegría" de nuestra comunidad, y especialmente a su personal, que este sábado dio muestras , no sólo de responsabilidad social empresaria, sino de responsabilidad social personal, de entrega, y de una enorme solidaridad.

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